El magnate de 51 años nacido en Sudáfrica, Elon Musk, compró la red social Twitter hace algunas semanas. Hay muchos planes para ella —algunos, es cierto, no pasan de la especulación—, y la apertura más amplia a la “libertad de expresión” es uno de ellos. Elon Musk se ha proclamado como un “absolutista” en su defensa. Ello, sin embargo, está teniendo algunas consecuencias inesperadas —más o menos— en la red social.

El uso de términos despectivos para referirse a afroamericanos e hispanos se ha disparado; insultos contra personas trans y homosexuales también han aumentado desde la compra. Teorías de la conspiración vuelven a surgir desde el fondo de la extrema derecha y QAnon, por ejemplo. La Liga Antidifamación ha detectado incluso campañas coordinadas para publicar mensajes antisemitas que se han gestado desde 4chan y Telegram hasta llegar a Twitter, según informa El País.

Investigadores del Centro para Contrarrestar el Odio Digital encontraron aumentos en el número de tuits con mensajes de odio e insultos. Se revisaron cerca de 80,000 tuits en inglés, redactados por todo el mundo, que contenían términos ofensivos. Encontraron un aumento del 39% en publicaciones insultantes contra homosexuales, y 53% contra la comunidad trans.

La organización con sede en Estados Unidos y Gran Bretaña se ha expresado al respecto: “Las cifras muestran que, a pesar de las declaraciones del director del Consejo de Confianza y Seguridad de Twitter, Yoel Roth, sobre que la plataforma había logrado reducir el número de veces que se veía el discurso de odio […], el volumen real de tuits de odio se ha disparado”.

Finalmente, Roth reconoció en la semana un aumento en el discurso de odio dentro de la plataforma. También dijo que ya se trabajaba y que había avances para reducir las cifras.

El 31 de octubre se anunció la eliminación de 1,500 cuentas que contenían este tipo de discursos. También aseguraron una reducción en la visibilidad de publicaciones que contuviesen insultos, tornándolas menos comunes y difíciles de encontrar.

 

 

 

 

 

Ver esta publicación en Instagram

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Una publicación compartida por elonmusk (@elonmusk)

Musk sabe que debe existir algún tipo de regulación; de otro modo, las empresas que se anuncian comenzarían a abandonar la plataforma. Las grandes compañías no están  interesadas en que su imagen se asocie a contenidos de odio, racismo o violencia. Antes de ello, partirán. Como ya ha hecho General Motors con su publicidad, aunque asegurando que su partida es temporal, en lo que se define la “nueva dirección de la plataforma”.

Para contrarrestar estos efectos, Elon Musk ya ha anunciado que: “Twitter formará un consejo de moderación de contenidos con puntos de vista muy diversos”. También ha dicho que antes de la reunión del consejo no se tomarán decisiones trascendentes sobre los contenidos ni se restablecerán cuentas que fueron previamente eliminadas.

Veremos qué pasa en esta nueva aventura de una red social que por vías extrañas se ha convertido en un centro de debate y conversación política. Por último, un detalle de Thierry Breton, comisario de Mercado Interior de la Unión Europea, ante la compra de la plataforma.

👋 @elonmusk

In Europe, the bird will fly by our 🇪🇺 rules.#DSA https://t.co/95W3qzYsal

— Thierry Breton (@ThierryBreton) October 28, 2022