La tentación de una vida sedentaria nos acecha dentro de la gran urbe. Con ella, algunos riesgos para la salud. Sabemos que para mantener nuestro cuerpo en las mejores condiciones lo más importante es comenzar por la alimentación y la actividad física.

No importa si tenemos quince, cuarenta o sesenta años, dar una caminata todos los días es una actividad física posible y poco demandante que aleja los riesgos del sedentarismo y nos regala muchos beneficios. ¿Cuánto tiempo tendremos que caminar? La recomendación es 1 hora.

Las virtudes de la caminata

La Clínica Mayo nos sugiere algunos de los beneficios de dar un paseo al día:

Primero, se trata de un ejercicio físico que no tiene que ser complicado; casi cualquier persona puede dar un paseo. Incluso con paso ligero puede ayudarnos a llevar una vida más saludable. Además, nos permite mantener un peso ideal y perder grasa corporal.

Caminar previene o controla afecciones como enfermedades cardiacas, accidentes cerebrovasculares, hipertensión arterial, cáncer y diabetes tipo 2. Además, fortalece huesos y músculos, aumenta los niveles de energía, mejora el estado de ánimo, la cognición, la memoria; mejora equilibrio y coordinación, fortalece el sistema inmune, ayuda a reducir el estrés y la tensión.

¿Quieres todavía más ventajas para animarte y dar una caminata? Pues, las hay. Caminar aumenta la esperanza y la calidad de vida; en estudios estadísticos realizados en poblaciones de 40 a 70 años, la posibilidad de sufrir un infarto de miocardio se reduce en un 50%. Reduce el sobrepeso y obesidad. Facilita conciliar el sueño; cuando estamos cansados solemos dormir mejor. ¡Estimula la producción de endorfinas! La famosa “hormona para la felicidad”.

Son muchas las ventajas de encontrar un espacio en el día, levantarse del sillón e ir a dar la vuelta en un ambiente que nos parezca agradable y placentero. La caminata más tranquila ya tiene efectos benéficos sobre nuestra salud y es una gran alternativa para personas que no tienen edad para realizar ejercicios más exigentes.

Si nos encontramos con un buen estado físico, podemos alternar periodos de caminata rápida con otros de paso ligero. El entrenamiento por intervalos tiene beneficios como mejorar el estado cardiovascular o quemar más calorías de lo normal. La última recomendación es ¡cuidado con la postura! Cabeza en alto y mirando al frente, espalda y hombros relajados, espalda recta (nunca arqueada hacia adelante o atrás).