Una de las últimas campañas de Messika ha visto cómo Kendall Jenner —que ya es un rostro habitual para la firma de joyería— se vestía toda de rojo con un traje de látex brillante en un tono intenso. La modelo de 27 años, a pesar de haberse alejado un tanto de las pasarelas en el último año, sigue presumiendo el título de una de las mejor pagadas en la industria.

Para la campaña, Kendall Jenner ha terminado en el desierto de Palm Springs en lo que parece un recorrido cinematográfico por el cine norteamericano de los años sesenta o setenta. Un Pontiac descansando de fondo, en un tono rojo también intenso, hace de perfecto complemento para el contraste desierto y joyería.

Valérie Messika, fundadora y directora artística de la firma, ha resaltado la virtud de Jenner frente a la cámara: “Tiene una presencia natural muy poderosa”, con el gesto de “una sola mirada, ya está ahí”.

 

 

 

 

 

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Además, defendió la idea de llevar joyería de primera categoría al desierto: “Me encanta el contraste entre el desierto y diamantes”, dijo estar encantada por el modo en que “la materia prima natural se sienta en contraste con gemas preciosas y brillantes”.

La idea de los trajes de látex pegados al cuerpo es afirmar la propuesta de “joyas como tatuajes de diamantes”, en la estadounidense las curvas se siguen con todo detalle y los artículos de joyería hacen casi de una segunda piel. El objetivo es que resulten ergonómicos, cómodos y que se lleven con desenfado.

La campaña fue capturada por el fotógrafo Chris Colls y el modelo Alton Mason también tuvo un papel en ella. Messika y Kendall Jenner vuelven a cruzar sus caminos.

 

 

 

 

 

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Foto de portada: Wolfgang Hasselmann en Unsplash.